¿Llegar a la cima?
Subía por la ladera de la montaña, su respiración era entrecortada por el esfuerzo, se retiró el pelo que le caía por la cara y se lo anudó a modo de coleta.
Miró hacia adelante, el camino giraba hacia la izquierda, ya no debía de faltar demasiado trecho para llegar.
En cinco minutos ya estaba arriba. Sonrió y se dirigió corriendo hasta el borde del acantilado. Se paró justo en uno de los salientes, extendió los brazos, cerró los ojos y gritó al viento:
- ¡Lo hice , lo hice!!
Se sentó con cuidado en la misma piedra que tenia a sus pies, contempló la delgada línea donde el mar y el cielo se dan la mano. El sol se escondía con timidez trás ella tiñendolo todo de un cálido color ocre.
Perdió su mirada en el infinito y se dijo:
- ¿Y ahora qué?
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