lunes, 29 de noviembre de 2010

Deberíamos tal vez,
toda el agua del mar secar,
en su fondo jazmines plantar,
y bancos verdes colocar.


Deberíamos dejar
morir a la madurez,
vetar a la testarudez,
y olvidar a la vejez.


O por toda memoria,
colgarnos a una noria,
dar vueltas, vueltas, vueltas,
pintarnos como los celtas,
y no olvidar la gloria
ni a sus estrechas sendas.


De ser posible, recuerda
aunque parezca imposible,
aunque creas; no es pausible,
basta con darle cuerda.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Palabras,
entran a derecha,
no sabrás por que brecha.
Se agrupan en remolino,
en tremendo desatino.

Palabras,
si cerrar los ojos puedes,
las escuchas murmurar
y si cazar alguna quieres
seguro que escapará.

Palabras,
como del colibrí el vuelo,
como brisa cálida de enero,
como la tostada sal del mar.
Si desentrañar quisieres,
si es un sueño o realidad,
malo el minuto que pierdes
en esta gran necedad.
¿No es bonito pues soñar?
¿que más da si es mentira
o palpable realidad?


lunes, 15 de noviembre de 2010

Si el frío sol de la mañana
en calidez se tornara,
¿te quedarías?

Si lo ojos del osado muro
con placidez te guardaran,
¿te marcharías?

Si del cielo, las estrellas
en linternas se tornaran
para guiar tu camino,
¿te vería
en la mañana?


Si el impaciente, absurdo,
inconsciente, desatinado mundo
en un cajón se guardara,
¿lo pensarías?

lunes, 8 de noviembre de 2010

Sólo para decirte
que querría complacerte,
olvidarme ya del cielo
y que oigas: no te quiero.

Punto aparte.

(Y que los días caminen
y que las horas no duerman,
mientras el mar respire.)

Perdóname,
ya me resista o me niegue,
me empeñe o me zafe,
lo seguro en esta hazaña,
es el fracaso quien gana.