jueves, 13 de mayo de 2010

UPSS!!

No podía aguntar por más tiempo la siltuación.

Hacia tres semanas que permanecía alli encerrado. Desde que lo trasladaron.
Ya se había aburrido de las paredes blancas, lisas y monótonas.
Estaba cansado de ver los cuadraditos transparentes que se amontonaban por la estancia sin orden y sin gracia.
Tanto blanco, tanto blanco le daba escalifríos. Se sentia entumecido, casi congelado.
De vez en cuando la puerta se abría y el blanco se teñia de color, pero era por breves momentos.
Decidió que la próxima vez que la puerta se abriera, aprovecharía para abandonar su prisión blanca.
No tardó mucho en ocurrir eso, salió de allí tan rápido como pudo.
- No volvere a pisar esta blanca mazmorra - se dijo cogiendo su sombrero rojo.
Se deslizó sigilosamente por el jardín
- Por fin colores nuevos, el cielo azul, el verde de la hierba, iré a investigar más.
Salió del jardín y se dirigió calle abajo. No perdía detalle de nada a su paso.
Tenía tantas ganas de disfrutar de su libertad. Estaba feliz, incluso se sentía ligero.
Su fuga le había dado alas.
Mientras tanto el sol del mediodía contemplaba con incredulidad lo que estaba viendo.

Un charco enorme deslizándose por el asfalto, eso si con un sobrero rojo precioso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Digno de los mejores cuenta-cuentos... es una delicia...

(El microcuento me ha dicho si puedes ponerlo en una letra que destaque más, please. Sobretodo la última línea percibe que los ciberlectores se le acercan mucho mientras la leen.Thanks!)