domingo, 18 de julio de 2010

Opciones
Ella era arquitecta, constructura y artesana.
Dibujaba planos, construía cosas a partir de ellos y creaba otras tantas con las manos.
Lo que más le gustaba dibujar en sus planos, dedicándole especial atención, eran espacios abiertos y los accesos para llegar a ellos, las puertas.
Lo mejor estaba también en construirlos, materializar su idea: el espacio abierto y la puerta que permitía disfrutar de él.
Todo ello lo compaginaba creando cosas absurdas quizás para los demás, porque de prácticas no tenían nada, pero geniales para Ella. Como una hucha sin ranura, una taza sin fondo, o un collar tan largo, tan largo que nadie lo podría llevar al cuello.
Un día la vida de Ella cambió.
Le prohibieron los espacios libres, los accesos a los espacios libres y las cosas que no tuvieren un uso concreto.
Ella se desesperó un tiempo, pensaba cómo era posible que hiciesen algo así, pero en el fondo los porqué de los demás no solucionan nada en tu vida, así que decidió buscar un camino alternativo para sentirse mejor.
Y pensando y equivocándose de nuevo, al final dió con la solución.
Cambió las puertas por ventanas y disfrazó en cosas útiles, aquellas que creaba y no lo eran tanto.
Siempre hay un roto para un descosido ¿o es al revés?

No hay comentarios: