All' Alba vincerò
La montaña era una de las más altas,
las aguas del río estaban revueltas y muy frías,
el azul del cielo se tornaba gris oscuro por momentos,
pero seguiría adelante.
Andó, corrió, saltó, escaló, nadó.
Lo importante debía ser no llevar demasiado equipaje
y mantener la mirada serena justo en el horizonte.
El sol vendría a verle mañana.
Lo esperaría.
Como regalo, una de las más bellas árias de Puccini "Nessum Dorma" "Que nadie duerma"
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