Punto de inflexión
Será que la tarde es muy larga,
que la silla me quedó alta,
que las paredes me vienen a ver.
Que todo lo que me envuelve se hace pequeño.
Será que todo me lo jugué,
que aposté a la carta más alta,
cuando los juegos son azar.
Quizás me equivoqué, pero lo intenté.
No hay que entender nada,
pero siempre buscas el remite a la carta.
No me di cuenta,
el mundo dio la vuelta
y me llevó al punto de partida.
Me escurriré por la ventana
para mimetizarme con el azul del mar,
allí justo donde mar y cielo se confunden.
Quizás ese sea el punto de inflexión
para recobrarme a mi misma.
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