martes, 15 de junio de 2010

MARIONETA
Andaba trayectos cortos,
leía poemas sencillos,
cosía ojales para botones pequeños,
dormía tranquila en colchones mullidos.
De vez en cuando saltaba, cantaba,
lo que más le gustaba era reir,
mirar el mar desde la ventana
e inventar bellas historias y plasmarlas en un papel.
Un día comprendió que no era lo que quería,
estaba casi parada, quieta,
¿quizás sus hilos los movía otro?
¿por qué no cambiar?
quería más.
Así que cortó sus hilos,
y decidió no esperar más.
Se marchó a descubrir nuevos caminos,
nuevos botones,
nuevas canciones,
a dormir en otros colchones
y a vivir bellas historias en lugar de escibirlas.

No tenía madera de Marioneta.

No hay comentarios: