Sólo para decirte
que querría complacerte,
olvidarme ya del cielo
y que oigas: no te quiero.
Punto aparte.
(Y que los días caminen
y que las horas no duerman,
mientras el mar respire.)
Perdóname,
ya me resista o me niegue,
me empeñe o me zafe,
lo seguro en esta hazaña,
es el fracaso quien gana.
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