lunes, 20 de septiembre de 2010

Si regalas la Luna a quien no te la pide,
sólo tienes que colocarla de nuevo en su lugar.
Si recoges gotas del Mar una a una y las guardas en un frasco de cristal,
cuando las devuelvas al mar, si no recordaran el camino, guíalas.
Si encierras al Viento del Norte dentro de una habitación por un tiempo,
si no sabe en que dirección ir cuando lo sueltes, acompañaló.
Si borras la Línea del Horizonte con una goma,
el cielo y el mar podrían invertir su posición. ¿por qué no?
Y si al Sol lo pintas de otro color,
el Ocaso y el Alba también cambiarán de color.

No pienses que puedes, sabes que puedes.

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