Piedra
Si deseas algo con mucha fuerza,
incluso crees que llegas a lograrlo,
a dar un paso en el camino,
ya te han puesto la s ruedas,
y subes poquito a poco la cuesta.
Pero de repente cuando más convencida estás,
la cuesta se convierte en pendiente
y te estrellas sin remedio otra vez.
Para qué desear,
si el deseo se convierte en dolor
y tu corazón en piedra.
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